miércoles, febrero 20

SONAR FUERTE NO ES SONAR BIEN


Ilan Busgawa

Con motivo de mi asistencia al último toquín al que fuimos invitados, recordé porque no me gusta
asistir a tocaditas en bares pequeños y encerrados. El motivo más fuerte: el ruido.

Con frecuencia las bandas de rock confunden el sonar fuerte con el sonar BIEN y sin pensarlo dos veces giran las perillas de volumen hasta el máximo nivel con la creencia de que al público lo vuelve loco el sonido estridente de un amplificador a todo lo que da. Esto último rara vez es cierto y las probabilidades de sonar mal se acentúan cuando el foro en cuestión es tan austero que no cuenta con la sapiencia de un buen ingeniero de audio y cuando el control del volúmen queda a merced del "gusto" del artista, que aunque podrá saber mucho de música también podrá saber poco de audio.

Lo que los músicos ignoran es que muchas veces los tímpanos del público sufren brutales sacudidas
ocasionadas por los altos decibles que se perciben en lugares pequeños y cerrados (y para acabarla con
una horrible acústica) y que la mayoría de las veces los agudos resultan tan molestos como un enjambre de mosquitos con zumbido amplificado.

Quiero comentar lo molesto que resulta tener que gritarle a la persona que se encuentra a escasos centímetros de ti y lo terriblemente doloroso que puede ser "disfrutar" de una tocada sin unos tapones para los oídos. El ruido saturado, además de ser muuuuy desquiciante resulta sumamente dañino tanto para los músicos como para la audiencia, además de tener la nada envidiable cualidad de poner de malas a unos oidos sensibles.

Sonar fuerte NO quiere decir sonar BIEN, pero parece ser que a la mayoría de las bandas le causa un enorme placer saturar las fragiles atmósferas de los recintos en donde se presentan y despertar a los vecinos de 10 colonias a la redonda.

En un concierto profesional de cualquier músico o banda reconocida mundialmente, se puede disfrutar del evento sin tener que taparse los oídos ni tener que desgarrarse la garganta "hablandole" al de al lado, ya que el volúmen es cuidadosamente modulado para que no llegue ni siquiera a los 100 decibeles (en promedio se pueden medir en el rango de los 98 db) en contraste con los 115, 120 o incluso los 125 decibeles de un toquin cualquiera o de un ensayo.

Lo peor del caso es que una banda se puede ofender si alguien se queja de un volumen que resulta molesto para sus oídos y el artista en cuestión podría argumentar "es que asi se tiene que escuchar mi guitarra: fuerte".

En lo personal prefiero no asistir a tocadas independientes porque al final termino de malas, con los timpanosa punto de estallar, la garganta destrozada (por tener que gritarle a mi cuate), y un mal sabor de boca porquemuchas veces la banda deja mucho que desear y además se esmeró en lastimarme...y para colmo ni siquiera entendí qué fue lo que intentó transmitirme entre tanto grito y frecuencia hipersaturada.

Por lo tanto si quieres dejar una buena impresión en tu audiencia toma en cuenta los siguientes puntos:

>lleva un decibelímetro a cada tocada a la que vayas.

>Cuando hagas soundcheck asegurate de que los niveles no sobrepasen los 96 decibeles.

>Si alguien te comenta que percibe muy fuerte el volumen no te enojes y baja las perillas de tu amplificador pues tal vez ganes un seguidor más que entendió y valoró tu música.

>procura tener a tu propio ingeniero pues es el único que puede tener una conciencia "real" de como está sonando la banda.

>confía en tu ingeniero...él sabe lo que hace.

>no creas ciegamente que sonar FUERTE es sonar BIEN pues muchas veces se intenta disfrazar los errores de ejecución saturando el volúmen.

>Ensaya con un volúmen moderado (aquí es donde te ayuda el decibelímetro) y proporcional al lugar donde tocas. Si tocas en un cuarto sin ventanas no quieras subirle como si estuvieras en un estadio ante 50,000 personas.

>No obligues a la audiencia a llevarse sus propios tapones para los oídos.

>Si notas que alguien hace caras, corta una servilleta y se improvisa unos tapones o que de plano se sale del antro puede ser que tal vez se sienta invadido por el ruido.

>Ten la humildad de reconocer que no lo sabes todo y acepta una crítica constructiva como "bájale tantito no seas k..."

Por último quiero agregar que no hay nada peor que sentirse "violado" por volúmenes hipersaturados...el no poder escapar del ruido puede convertirse en una experiencia infernal que se traduce en "no me gustó esa banda".

Recuerda que el ruido contamina y que la MÚSICA purifica.